Las tres partes del secreto
Comentario del Cardenal Ratzinger
En la tercera aparición de 1917, la Virgen dio a los niños un secreto que hoy se conoce como «El Secreto de Fátima». En agosto 1941, que Lucía mencionó por primera vez la división de este secreto en tres partes. Dijo Lucía:
«El secreto esta compuesto de tres temas diferentes y voy a revelar dos de ellos:
1- El primero es la visión del infierno y la designación del Corazón Inmaculado de María como el remedio supremo ofrecido por Dios a la humanidad para la salvación de las almas.
2- El segundo, es la profecía concerniente a una paz milagrosa que Dios desea otorgar al mundo a través de la consagración de Rusia al Corazón Inmaculado de María y la práctica de la comunión de los primeros cinco sábados de mes».
Lucía no hizo pública la tercera parte del secreto que se mantuvo en el archivo Vaticano hasta que el Papa, con Lucía presente, finalmente, el 13 de mayo del 2000 lo promulgó durante la beatificación de los otros dos pastorcitos, Francisco y Jacinta.
PRIMERA Y SEGUNDA PARTE DEL «SECRETO»
EN LA REDACCIÓN HECHA POR SOR LUCÍA
EN LA «TERCERA MEMORIA» DEL 31 DE AGOSTO DE 1941
DESTINADA AL OBISPO DE LEIRIA-FÁTIMA
TEXTO:
Tendré que hablar algo del secreto, y responder al primer punto interrogativo.
¿Qué es el secreto? Me parece que lo puedo decir, pues ya tengo licencia del Cielo. Los representantes de Dios en la tierra me han autorizado a ello varias veces y en varias cartas; juzgo que V. Excia. Rvma. conserva una de ellas, del R. P. José Bernardo Gonçalves, aquella en que me manda escribir al Santo Padre. Uno de los puntos que me indica es la revelación del secreto. Sí, ya dije algo; pero, para no alargar más ese escrito que debía ser breve, me limité a lo indispensable, dejando a Dios la oportunidad de un momento más favorable.
Pues bien; ya expuse en el segundo escrito, la duda que, desde el 13 de junio al 13 de julio, me atormentó; y cómo en esta aparición todo se desvaneció.
Ahora bien, el secreto consta de tres partes distintas, de las cuales voy a revelar dos.
La primera fue, pues, la visión del infierno.
Nuestra Señora nos mostró un gran mar de fuego que parecía estar debajo de la tierra. Sumergidos en ese fuego, los demonios y las almas, como si fuesen brasas transparentes y negras o bronceadas, con forma humana que fluctuaban en el incendio, llevadas por las llamas que de ellas mismas salían, juntamente con nubes de humo que caían hacia todos los lados, parecidas al caer de las pavesas en los grandes incendios, sin equilibrio ni peso, entre gritos de dolor y gemidos de desesperación que horrorizaba y hacía estremecer de pavor. Los demonios se distinguían por sus formas horribles y asquerosas de animales espantosos y desconocidos, pero transparentes y negros.
Esta visión fue durante un momento, y ¡gracias a nuestra Buena Madre del Cielo, que antes nos había prevenido con la promesa de llevarnos al Cielo! (en la primera aparición). De no haber sido así, creo que hubiésemos muerto de susto y pavor.
(Primera parte)
Inmediatamente levantamos los ojos hacia Nuestra Señora que nos dijo con bondad y tristeza:
— Visteis el infierno a donde van las almas de los pobres pecadores; para salvarlas, Dios quiere establecer en el mundo la devoción a mi Inmaculado Corazón. Si se hace lo que os voy a decir, se salvarán muchas almas y tendrán paz.
Para impedirla, vendré a pedir la consagración de Rusia a mi Inmaculado Corazón y la Comunión reparadora de los Primeros Sábados. Si se atienden mis deseos, Rusia se convertirá y habrá paz; si no, esparcirá sus errores por el mundo, promoviendo guerras y persecuciones a la Iglesia. Los buenos serán martirizados y el Santo Padre tendrá mucho que sufrir; varias naciones serán aniquiladas. Por fin mi Inmaculado Corazón triunfará. El Santo Padre me consagrará a Rusia, que se convertirá, y será concedido al mundo algún tiempo de paz.
(Segunda parte)
La guerra pronto terminará. Pero si no dejaren de ofender a Dios, en el pontificado de Pío XI comenzará otra peor. Cuando veáis una noche iluminada por una luz desconocida, sabed que es la gran señal que Dios os da de que va a castigar al mundo por sus crímenes, por medio de la guerra, del hambre y de las persecuciones a la Iglesia y al Santo Padre.
(Segunda Parte, Remedio)
Para impedirla, vendré a pedir la consagración de Rusia a mi Inmaculado Corazón y la Comunión reparadora de los Primeros Sábados. Si se atienden mis deseos, Rusia se convertirá y habrá paz; si no, esparcirá sus errores por el mundo, promoviendo guerras y persecuciones a la Iglesia. Los buenos serán martirizados y el Santo Padre tendrá mucho que sufrir; varias naciones serán aniquiladas. Por fin mi Inmaculado Corazón triunfará. El Santo Padre me consagrará a Rusia, que se convertirá, y será concedido al mundo algún tiempo de paz.
Síntesis y reflexión
Primera parte
Primera parte
1- Problema: Pecado que conduce al infierno
2- Remedio: Devoción y obediencia al Inmaculado Corazón de María.
Segunda parte
1-Problema: Pecado que lleva a la guerra, hambre, persecución de la Iglesia y del Santo Padre.
2- Remedio: consagración de Rusia al Inmaculado Corazón y comunión reparadora de los primeros sábados.
Con la Virgen María (consagración a su Corazón Inmaculado) vamos a Jesús (Eucaristía).
-El Santo Padre ha realizado varias consagraciones en comunión con los obispos:
El 25 de Marzo de 1984. (Fiesta de la Anunciación) en la Plaza de San Pedro . El Santo Padre, en unión espiritual con los obispos del mundo, quienes habían sido convocados, confió a todos los hombres y mujeres y todos los pueblos al Inmaculado Corazón de María. El Papa repitió la consagración en 1987 y en el año 2000.
Existe una controversia referente a si estas consagraciones satisfacen la petición de la Virgen hecha en el secreto de Fátima. Nos parece que debemos confiar en el Santo Padre que ha sido escogido por la Virgen y que nos sobrepasa en santidad y sabiduría.
3-Consecuencia de responder a la Virgen: Rusia se convertirá y habrá paz.
4-Consecuencias de no responder: Rusia esparcirá sus errores por el mundo (comunismo y ateismo) promoviendo guerras y persecuciones a la Iglesia. Martirio.
5-Seguridad de victoria final: «Por fin mi Inmaculado Corazón triunfará» El Papa consagrará a Rusia que se convertirá y habrá paz.
TERCERA PARTE DEL SECRETO DE FATIMA
Revelado el 13 de julio de 1917 a los tres pastorcitos en Cova de Iria, Fátima, transcrito por Sor Lucía el 3 de enero de 1944. La tercera parte del Secreto de Fátima se mantuvo en secreto hasta el año jubilar del 2000. Su promulgación fue anticipada el 13 de mayo del 2000 al final da la Santa Misa en Fátima, cuandoel Papa Juan Pablo II beatificó los niños videntes Francisco y Jacinta. Finalmente fue dado a conocer por la Santa Sede el 26 de Junio del 2000 junto con varios comentarios.
TEXTO:
«Escribo en obediencia a Vos, Dios mío, que lo ordenáis por medio de Su Excelencia Reverendísima el Señor Obispo de Leiria y de la Santísima Madre vuestra y mía.
«Después de las dos partes que ya he expuesto, hemos visto al lado izquierdo de Nuestra Señora un poco más en lo alto a un Angel con una espada de fuego en la mano izquierda; centelleando emitía llamas que parecía iban a incendiar el mundo; pero se apagaban al contacto con el esplendor que Nuestra Señora irradiaba con su mano derecha dirigida hacia él; el Angel señalando la tierra con su mano derecha, dijo con fuerte voz: ¡Penitencia, Penitencia, Penitencia! Y vimos en una inmensa luz qué es Dios: ‘algo semejante a como se ven las personas en un espejo cuando pasan ante él’ a un Obispo vestido de Blanco ‘hemos tenido el presentimiento de que fuera el Santo Padre’. También a otros Obispos, sacerdotes, religiosos y religiosas subir una montaña empinada, en cuya cumbre había una gran Cruz de maderos toscos como si fueran de alcornoque con la corteza; el Santo Padre, antes de llegar a ella, atravesó una gran ciudad medio en ruinas y medio tembloroso con paso vacilante, apesadumbrado de dolor y pena, rezando por las almas de los cadáveres que encontraba por el camino; llegado a la cima del monte, postrado de rodillas a los pies de la gran Cruz fue muerto por un grupo de soldados que le dispararon varios tiros de arma de fuego y flechas; y del mismo modo murieron unos tras otros los Obispos sacerdotes, religiosos y religiosas y diversas personas seglares, hombres y mujeres de diversas clases y posiciones. Bajo los dos brazos de la Cruz había dos Angeles cada uno de ellos con una jarra de cristal en la mano, en las cuales recogían la sangre de los Mártires y regaban con ella las almas que se acercaban a Dios».
Algunos dicen que, aunque el texto de arriba, promulgado por la Santa Sede en el año 2000, aunque verdadero, no es completo. Se fundamentan en varias publicaciones y supuestas declaraciones del Papa a la conferencia episcopal alemana en 1981. Aunque fuese cierto, nos parece que si el Papa, siendo el vicario de Cristo, estima que no deben darse a conocer, sería imprudente indagar sobre ello.- Atendamos a lo que se nos ha dado y respondamos de todo corazón.
«la palabra clave de este ‘secreto’ es el triple grito:‘¡Penitencia, Penitencia, Penitencia!’.
Comprender los signos de los tiempos significa comprender la urgencia de la penitencia, de la conversión y de la fe..
«El ángel con la espada de fuego a la derecha de la Madre de Dios recuerda imágenes análogas en el Apocalipsis. Representa la amenaza del juicio que incumbe sobre el mundo. La perspectiva de que el mundo podría ser reducido a cenizas en un mar de llamas, hoy no es considerada absolutamente pura fantasía: el hombre mismo ha preparado con sus inventos la espada de fuego».
La visión muestra después la fuerza que se opone al poder de destrucción: el esplendor de la Madre de Dios,
El Papa parece que precede a los otros, temblando y sufriendo por todos los horrores que lo rodean… su camino pasa en medio de los cuerpos de los muertos. El camino de la Iglesia se describe así como un viacrucis, como camino en un tiempo de violencia, de destrucciones y de persecuciones. … en el viacrucis de este siglo «la figura del Papa tiene un papel especial.
‘fue una mano materna la que guió la trayectoria de la bala y el Papa agonizante se detuvo en el umbral de la muerte’ (Juan Pablo habla el 13 de mayo de 1994)… muestra sólo una vez más que no existe un destino inmutable, que la fe y la oración son poderosas, que pueden influir en la historia y, que al final, la oración es más fuerte que las balas, la fe más potente que las divisiones».
Los ángeles recogen bajo los brazos de la cruz la sangre de los mártires y riegan con ella las almas que se acercan a Dios…ningún sufrimiento es vano y, precisamente una Iglesia sufriente, una Iglesia de mártires, se convierte en señal orientadora para la búsqueda de Dios por parte del hombre…del sufrimiento de los testigos deriva una fuerza de purificación y de renovación, porque es actualización del sufrimiento mismo de Cristo y transmite en el presente su eficacia salvífica».
‘los acontecimientos a los que se refiere la tercera parte del ‘secreto’ de Fátima parecen pertenecer ya al pasado…
Lo que queda de válido…: la exhortación a la oración como camino para la ‘salvación de las almas’ y, en el mismo sentido, la llamada a la penitencia y a la conversión».
‘mi Corazón Inmaculado triunfará’.
¿Qué quiere decir esto? Que el corazón abierto a Dios, purificado por la contemplación de Dios, es más fuerte que los fusiles y que cualquier tipo de arma.