SANTIFICACIÓN DEL DÍA ORACIONES


Vivamos cada día como si fuera el único que tenemos para ofrecer a Dios, procurando hacer las cosas bien, rectificando cuando las hemos hecho mal. Y un día será el último y también se lo habremos ofrecido a Dios nuestro Padre. Entonces, si hemos procurado vivir ofreciendo continuamente a Dios nuestra vida, oiremos a Jesús que nos dice como al buen ladrón: «En verdad te digo, hoy estarás conmigo en el Paraíso».

.

ORACIONES PARA LA MAÑANA

.

Oración para comenzar el día
.

Señor, en el silencio de este día que comienza, vengo a pedirte la paz, la prudencia, la fuerza. Hoy quiero mirar al mundo con ojos llenos de amor, ser paciente, comprensivo, dulce y prudente. Ver por encima de las apariencias a tus hijos como Tu mismo los ves y así no ver más que el bien en cada uno de ellos. Cierra mis ojos a toda calumnia, guarda mi lengua en toda maldad, que sólo los pensamientos caritativos permanezcan en mi espíritu, que sea benévolo y alegre, que todos los que se acerquen a mí sientan tu presencia. Revísteme de Ti, Señor, y que a lo largo de este día yo te irradie.

.

Oración para pedir protección

.

 

.

Altísimo Dios de todo lo creado. Verdad infalible en quien creo. Clemencia infinita en quien espero. Bondad inmensa a quien amo sobre todas las cosas y a quien me pesa haber ofendido. Te doy gracias por haberme creado, redimido, bautizado, y conservado; y por todos los beneficios que me has hecho hasta ahora. Te ofrezco todos los pensamientos, palabras, obras y sufrimientos de este día con intención de ganar sus indulgencias y aplicarlas por las almas del purgatorio.

No permitas, Padre mío, que te ofenda. Líbrame de las tentaciones del demonio. Dame fuerza para huir de las ocasiones de pecar y vencer mis pasiones. Haz que cumpla con el fin para el cual estoy en el mundo, que conozca tu voluntad, que me preocupe por la salvación de mi alma y por hacer el bien a mi prójimo. Que viva el día de hoy como si fuera el último de mi vida. Para que merezca gozarte en el reino eterno de la gloria.

.

Te lo pido por los méritos de mi Señor Jesucristo y la intercesión de mi Madre, la siempre Virgen María, de mi ángel de la guarda, de San José, de San(ta)…, y demás patronos y abogados míos. Amén.

.

ORACIONES DURANTE EL DÍA

.

Al salir de casa.

 

Dirigid, Señor, mis pasos como dirigisteis los de Tobías. El Arcángel San Rafael me acompañe y defienda de los lazos del mundo, para que vuelva a casa sin daño de alma y cuerpo.

.

Al comenzar una obra.

.

Os ofrezco, Dios mío, este trabajo; bendecidlo para que redunde en gloria vuestra y bien de mi alma.

.

 

Al sentir una tentación

.

 

¡Señor, no me dejes caer en la tentación! ¡Oh Señora mía!, acordaos que soy vuestro; guardadme y defendedme como cosa y propiedad vuestra. Angel de mi guarda, defendedme. Antes morir que pecar.

.

 

Al oir alguna blasfemia

,

 

Bendito sea Dios. Alabado sea el Santísimo Sacramento del Altar. (Rezar un Avemaría). Virgen santísima, Reina de cielos y tierra, os amo con todo mi corazón. Perdonadle, Señor, que no sabe lo que dice.

.

 

Antes de comer

.

 

Bendice, Señor, los alimentos que vamos a tomar y haz que nos aprovechen para ocuparnos en vuestro santo servicio. Padrenuestro y Gloria.

.

 

En acción de gracias

.

 

Te damos gracias por todos tus beneficios, Dios todopoderoso, que vives y reinas por los siglos de los siglos. Amén.

.

 

Comunión espiritual

.

 

Creo, Señor Jesús, que estás presente en el Santísimo Sacramento. Me pesa de verdad haberte ofendido. Te amo sobre todas las cosas, y deseo con ardor recibirte, pero ya que no puedo hacerlo ahora sacramentalmente, ven al menos espiritualmente a mi corazón. Quédate conmigo y no permitas que jamás me aparte de ti.

.

 

Jaculatorias

.

 

¡Dios mío, y todas mis cosas!
Jesús, manso y humilde de corazón, haced mi corazón semejante al vuestro.
¡Jesús mío, misericordia!
¡Dulcísimo Jesús! no seas mi Juez, sino mi Salvador!
¡Jesús, María y José!

Dulce Corazón de María, sed mi salvación.

.

 

.

ORACIONES PARA LA NOCHE

.

 

.

Oración para pedir perdón

.

 

Oh Dios, dame en esta hora la gracia de reconocer debidamente mis pecados ante ti, y de arrepentirme de ellos verdaderamente. Borra de tu libro, Señor de misericordia, mis múltiples acciones cometidas contra ti. Perdóname todas las distracciones en la oración, mis pecados de omisión, y mis pecados deliberados contra la conciencia.

Dame luz para ver lo que he de hacer, valor para emprenderlo y firmeza para llevarlo a cabo. Que en todas las cosas avance en la obra de santificación, de la realización de tu voluntad; y que en definitiva, por tu misericordia, pueda alcanzar la gloria de tu Reino eterno, por Jesucristo nuestro Señor.(Venerable J. H. Newman)

.

 

Oración al acostarse

.

 

Oh buen dios, haced que mientras yo duerma, mi corazón esté velando: que sea yo preservado de todo mal por vuestros ángeles, a los cuales ordenasteis que me guarden en todos mis caminos. Protesto que mientras estaré entregado al sueño, quisiera adoraros del modo que os adoran vuestros ángeles en el cielo, y ya que la naturaleza exige el reposo de mi frágil y miserable cuerpo, os ofrezco las adoraciones que os tributan los espíritus celestiales, así como las oraciones, las lágrimas, las mortificaciones y penitencias de todos vuestros siervos que pasan una gran parte de la noche entregados a estos piadosos ejercicios.

.

 

Aceptad, Dios mío, estos ofrecimientos y deseos de mi corazón, para que de día y de noche no cese de alabar vuestro santo nombre. Os pido, Señor, esta gracia por los méritos del Sagrado Corazón de vuestro santísimo Hijo mi Redentor y Salvador mío.

.

 

Antes de entregarse al sueño

.

 

Tendido al verme sospecho / que está la muerte cercana. / ¿Me levantaré mañana? / ¿Será mi tumba este lecho? / Señor, ten mi pecho / lleno de Tu amor, de suerte / que no me asuste la muerte, / venga cuando Tú dispongas, / con tal que al morir me pongas / donde pueda amarte y verte. /

.

 

Señor mío Jesucristo, / Padre de mi corazón, / perdona mis pecados que Tú sabes / mejor que yo cuántos son. / Son infinitos ¡Dios mío! / Infinitos, Señor, son. / Echame la penitencia / y dame la absolución / y si esta noche me muero / me sirva de confesión.

.

 

***

.

 

Jesús, José y María, os doy el corazón y el alma mía.
Jesús, José y María, asistidme en mi última agonía.
Jesús, José y María, con vosotros descanse en paz el alma mía.

 


Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada.