Yo… ofrezco y consagro al Sagrado Corazón de Jesús,
mi persona y mi vida, mis acciones, trabajos y sufrimientos,
y no quiero servirme de ninguna parte de mi ser sino para
amarle, honrarle y glorificarle. Esta es mi voluntad irrevocable:
ser todo suyo y hacerlo todo por su amor, renunciando de todo
corazón a cuanto pudiera desagradarle.
Te elijo, Sagrado Corazón de Jesús, por el único objeto de mi amor,
protector de mi vida, garantía de mi salvación, remedio de mí asilo
seguro en la hora de mi muerte.
Corazón lleno de bondad, sé mi justificación para con Dios
Padre y desvía de mi el rigor de su justa indignación.
¡Corazón de Jesús! Pongo toda mi confianza en Tí,
pues todo lo temo de mi debilidad, pero todo lo espero de tu bondad.
Aleja de mi todo lo que te pueda desagradar o resistir y haz que tu
amor se imprima en lo más intimo de mi corazón, de tal modo que
jamás pueda olvidarte, ni separarme de Tí.
Te suplico por tu bondad, que mi nombre esté escrito en Tí,
porque toda mi dicha es vivir y morir en calidad de esclavo tuyo,
Amén.