Devoción al Inmaculado Corazón de María


El 10 de diciembre de 1925, Lucía ve la Virgen, con el Niño Jesús a su lado.
El niño le dijo: «Ten compasión del Corazón de tu Santísima Madre.  Esta cercado de las espinas que los hombres ingratos le clavan a cada momento, y no hay nadie que haga un acto de reparación para sacárselas»
Inmediatamente dijo Nuestra Señora a Lucía:  «Mira hija mía, mi Corazón cercado de espinas que los hombres ingratos me clavan sin cesar con blasfemias e ingratitudes.  Tú, al menos, procura consolarme y dí que a todos los que, durante 5 meses, en el primer sábado, se confiesen, reciban la Sagrada Comunión, recen el Rosario y me hagan compañía durante 15 minutos meditando en los quince Misterios del Rosario con el fin de desagraviarme les prometo asistir en la hora de la muerte con las gracias necesarias para su salvación».


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