Queridísimo Santo Padre:
Vivimos tiempos difíciles. Es muy cierto que estamos presos del relativismo y por ello, inmersos en una de las peores crisis de valores que enfrenta el mundo. Como cristianos católicos entendemos lo especialmente difícil que debe ser para usted enfrentar toda esta «avalancha» de ataques en contra de nuestra iglesia. Por ello y en total humildad, los Franciscanos de María de México, queremos asegurarle nuestra oración diaria por sus intenciones y hemos armado un ramillete espiritual para usted de la siguiente manera:
1000 comuniones espirituales
1000 comuniones sacramentales
1000 rosarios
1000 coronillas de la Divina Misericordia
1000 sacrificios
1500 jaculatorias
1000 visitas al Santísimo
Reciba usted todo nuestro agradecimiento, apoyo, respeto y profundo cariño.