.
CONSAGRACIÓN AL ÁNGEL DE LA GUARDA.
.Oh, santo ángel de la guarda;
Que desde el principio de mi vida
me fuiste dado por mi protector y
compañero,
Yo N. N.., pobre pecador, quiero
consagrarme a tí,
en presencia de mi Dios y Señor,
de María, mi Madre Celestial,
y de todos los ángeles y santos.
Quiero hoy vincularme a tí,
para nunca separarme de tí.
En ésta íntima unión contigo:
«Prometo ser siempre fiel y
obediente a mi Dios y Señor
y a la Santa Iglesia.
.
Prometo proclamar siempre a María
como mi Reina y Madre, y hacer de su
vida el modelo de la mía.
Prometo confesar mi fé en tí, mi santo protector,
y promover celosamente la devoción a los santos
ángeles, que nos han sido dados como protección y auxilio,
de modo especial para estos días de tinieblas y lucha
espiritual por el Reino de Dios.»
Te pido, oh santo ángel de la guarda, toda la fuerza
del amor Divino, para que yo sea inflamado en él:
Te pido todo el vigor de la fé para que nunca ya vacile:
Te pido que ésta mi íntima unión contigo sea para mi
escudo protector contra todos los ataques del enemigo.
.
Finalmente te pido, oh santo ángel de la guarda, la gracia de
la humildad de la Santísima Virgen, para que imitándola sea
yo preservado de todos los peligros , y por tí guiado a la
Patria Celestial. Amén.
.
OREMOS:
Dios Omnipotente, concédenos el auxilio de vuestros ángeles
y espiritus celestiales a fin de que por ellos seamos preservados
de los ataques de Satanás y por la Preciosa Sangre de Jesucristo
y la intercesión de la Santísima Virgen María, libres de todos los
peligros podamos serviros en paz.
Por Nuestro Señor Jesucristo, Vuestro Hijo en la unidad del
Espíritu Santo. Amén.
Ernestus Archiep. Conimbricensis