¿Quién fué Pio XII?


Papst Pius XII., Krönung 1939JS.jpg

Pío XII (en latínPius PP. XII), de nombre Eugenio Maria Giuseppe Giovanni Pacelli (RomaItalia2 de marzo de 1876 – Castel GandolfoItalia9 de octubre de 1958), reinó como el papa número 260, cabeza visible de la Iglesia católica, y soberano de la Ciudad del Vaticano desde el 2 de marzo de1939 y hasta su muerte en 1958. El papa Benedicto XVI lo declaró Venerable el 19 de diciembre de 2009.1 2

Antes de su elección al papado, Pacelli se desenvolvió como Secretario de la Congregación de Asuntos Eclesiásticos Extraordinariosnuncio papal y Cardenal Secretario de Estado, desde donde pudo alcanzar la conclusión varios concordatos internacionales con estados europeos y americanos, entre los que destacó el Concordato imperial (en alemán, Reichskonkordat) con la Alemania Nazi. Su liderazgo al frente de la Iglesia católica durante laSegunda Guerra Mundial permanece como una de las materias históricas más controvertidas de la época moderna, principalmente en lo que respecta a la evaluación de sus acciones y de su conocimiento sobre los crímenes del régimen nazi en Europa durante dicho periodo.

Elección papal

A la muerte de Pío XI, la organización de la sede vacante correspondió a Pacelli por su cargo de camarlengo. Él, precisamente, era el candidato favorito. Después de un cónclave de sólo dos días y a la tercera votación, fue elegido Papa. Era el 2 de marzo de 1939. Diez días después fue coronado por el cardenal Camillo Caccia Dominioni, protodiácono de Santa Maria in Dominica. En ese mismo año mandó realizar unas excavaciones en los sótanos del Vaticano para confirmar la certeza de la tradición cristiana que afirmaba que el Vaticano se había construido sobre la auténtica tumba del Apóstol Pedro. Se hallaron varias tumbas antiguas y una de ellas tenía una inscripción que señalaba que allí se encontraba enterrado el apóstol. En 1964 Pablo VI confirmaría que se trataba de los restos de Pedro y en el año 2006 con Benedicto XVI se volvió a confirmar este hecho.

Pío XII era el primer Papa sin ninguna experiencia pastoral, ni en parroquias ni en diócesis, puesto que toda su carrera se había desarrollado en la administración vaticana. Como medida preventiva, previamente a su coronación, había redactado ante notario una carta de renuncia en el caso de que fuera hecho prisionero por los nazis.

Papado

Una de sus primeras decisiones como Papa fue, en abril de 1939, la de borrar del Índice las obras de Charles Maurras, fundador de la Action Française, grupo antisemita y anticomunista, a cuyos miembros les fue levantada la prohibición de recibir los sacramentos que pesaba sobre ellos desde el pontificado de Pío XI.

También este año publicó su primera encíclica, la Summi Pontificatus, por la que condenaba cualquier forma de totalitarismo. Sin embargo, en la recién estallada II Guerra Mundial mantuvo, al menos desde un punto de vista formal, una neutralidad entre los beligerantes, tal como había hecho Benedicto XV en la contienda anterior. A efectos prácticos, mantuvo el Concordato que él mismo había firmado con la Alemania Nazi cuando aún era cardenal, bajo el pontificado de su predecesor Pío XI. Su mayor propósito era conservar la presencia católica en los países al margen de su alineamiento en la guerra, y por ello al fin de ésta se sintió fuertemente agraviado por el ateísmo militante en los países que quedaron en la órbita de la Unión Soviética. Aunque había quedado patente su labor caritativa y paliativa de las consecuencias del conflicto, su actitud demasiado tibia y contemporizadora de antes de que estallara y partidista de después de su conclusión, ha sido y es objeto de gran polémica, aunque cabe señalar que apoyó a miles de judíos, directa e indirectamente, como es el caso de quienes salvaron sus vidas por actas de bautismo falsas que él ordenó se les fueran dadas.

Por otra parte, muchos criminales de guerra nazis lograron huír gracias a la «ruta de los monasterios» o «ruta de las ratas», habilitada por el obispo Alois Hudal. Hudal afirma en sus memorias que contaba con la aquiescencia vaticana para favorecer esta huida.

Después de la Segunda Guerra Mundial

Las actividades anti-comunistas del Papa Pío XII se volvieron más fuertes después de la guerra. En 1948, Pío XII declaró que cualquier italiano católico que apoyara a los candidatos comunistas en las elecciones parlamentarias de ese año sería excomulgado e instó a Azione Cattolica para que apoyara al Partido Demócrata Cristiano Italiano. En 1949, autorizó a la Congregación para la Doctrina de la Fe a excomulgar a cualquier católico que militara o apoyara al Partido Comunista. También condenó públicamente la Revolución Húngara de 1956.18

Le tocó ser el Papa de la Guerra Fría, y en este contexto su opción fue clara: ferviente anticomunismo y aproximación a la nueva potencia emergente, los Estados Unidos de América. En este sentido resultó determinante su amistad personal con Francis J. Spellman, arzobispo de Nueva York y vicario militar de las fuerzas norteamericanas, al cual nombró cardenal del título de Ss. Giovanni e Paolo (1946).

Terminada la guerra, Pío XII también fue el vocero para instar a la clemencia y al perdón de todas las personas que participaron en la guerra, incluyendo a los criminales de guerra. Así también presionó, mediante el nuncio de Estados Unidos, para conmutar las sentencias de los alemanes convictos por las autoridades de ocupación. El Vaticano solicito el perdón para todos aquellos que estaban condenados a muerte, una vez que se permitió la ejecución de criminales de guerra en 1948.19

Reconoció explícitamente el régimen surgido en España de la guerra civil (19361939). En 1953 firmó con el general Franco un concordato que daba base jurídica al llamado «Nacional-catolicismo» español: con notables ventajas para la Iglesia a cambio de la legitimación de aquel sistema.

Pío XII también realizó el concordato con Rafael Trujillo de la República Dominicana en 1954. En este país los derechos de la Iglesia Católica fueron violados por los regímenes represivos. Pío XII también excomulgó a Juan Perón en 1955 por sus arrestos a oficiales de la Iglesia.20

Dentro de la Italia de posguerra, a pesar de la tutela y el favorecimiento al partido de la Democracia Cristiana, llegó incluso a enfrentarse con su líder Alcide de Gasperi por el rechazo de éste a cualquier pacto con la extrema derecha y en cambio por su interés en colaborar con la izquierda dentro del mejor espíritu democrático. Pío XII movilizó todas sus fuerzas para impedir el acceso de un socialista a la alcaldía de Roma (1952), pero no lo consiguió.

El 1 de noviembre de 1950 y mediante la constitución apostólica Munificentissimus Deus promulgó la doctrina de la Asunción de la Virgen como dogma de fe católica. Es el último dogma que laIglesia Católica ha definido hasta hoy.

Uno de sus últimos documentos fue la encíclica Fidei donum (1957), por la que invitaba a toda la Iglesia a reactivar el espíritu misionero, especialmente en África

Su sarcófago en la cripta vaticana

Su  Muerte.

Falleció el 9 de octubre de 1958 en la villa papal de Castel Gandolfo y fue sepultado en las grutas vaticanas. En 1965 el papa Pablo VI inició su causa debeatificación junto con la de su sucesor Juan XXIIIBenedicto XVI autorizó en 2009 la publicación de los decretos que reconocen las virtudes heroicas de los Papas Juan Pablo II y Pío XII, que de este modo pasaron a ser reconocidos como «venerables» por la Iglesia.21

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