33 Días camino hacia Belén: Sal de Tú Cielo (Día 20) «padre Guillermo Serra, L.C.»


«Alégrense»

Sal de Tu Cielo: Dia 20, «Alegrense»

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3er Domingo de Adviento 20 de diciembre 2016

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Reunidos alrededor de la corona de Adviento,

cada uno expresará la razón de su alegría y dará gracias a Jesús

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Alégrense (MEDITACIÓN PARA HACERSE EN FAMILIA)

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En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén

Breve silencio para ponerse en presencia de Dios,

rogando a María Santísima sea nuestra compañera

y guía en este camino hacia el encuentro con su Hijo Jesucristo.

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ORACIÓN CAMINO A BELÉN

Querido niño Jesús: Te quiero hacer presente aquí, en este rato de oración.  Muchas veces pienso en ti, me acuerdo de ti, pero no te pienso. Pensarte es quererte y quererte es buscarte. Sí, quiero buscarte, caminar hacia ti, pero sabiendo que Tú me buscas siempre primero. Quiero recorrer este camino de la mano de María, tu madre, sostenido por  el auxilio del Espíritu Santo,  para que tu Amor se revele en plenitud dentro de mi corazón en esta Navidad.

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CITA

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Fortalezcan las manos débiles, afiancen las rodillas vacilantes. Digan a los de corazón inquieto; ¡Sean fuertes y no teman! Miren que llega su Dios. Los redimidos de Yahvé volverán, entrarán en Sión entre aclamaciones: precedidos por alegría eterna, seguidos de regocijo y alegría. ¡Adiós penas y suspiros! (Is 35, 3-4.10)

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REFLEXIÓN

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En este tercer domingo de Adviento, queremos reunirnos llenos de alegría ante la inminencia de tu llegada Jesús. Todo el ambiente nos habla de la cercanía de tu nacimiento y nuestros corazones se deben regocijar ante el misterio de lo que nos espera: la llegada de nuestro Salvador.

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Jesús ha sanado nuestras heridas. Sentimos una alegría profunda, un gozo colmado y Él también es feliz de vernos curados. El fundamento de nuestra alegría debe ser recibir su amor.

En este momento de oración, recapacitemos en la necesidad que tenemos de salir de nosotros mismos, de nuestras seguridades, del afán de controlar nuestra vida y ser creadores de nuestra propia felicidad; para salir a la búsqueda de quien no sólo da la felicidad, sino de quien ES la felicidad. Cuando despegamos nuestros ojos del suelo, del mundo y dejamos que vuelen hasta los ojos de Cristo, entonces podremos experimentar la inmensa alegría de ser penetrados por la mirada de Aquél que nos consuela porque nos conoce y nos ama. ¡Alegrémonos de todo corazón y demos gracias a Jesús, Dios con nosotros!

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ORACIÓN

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BUSCARÉ TU ROSTRO

En mi soledad, aunque duela, buscaré

En mi alegría, para que sea verdadera, buscaré

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En mi juventud, para que sea pura, buscaré

En mi madurez, para que sea plena, buscaré

En mi vejez, para que sea compañera, buscaré

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En mi hermano, para que sea mío, buscaré

En mí mismo, para que sea tuyo, buscaré

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En el miedo, para que sea fuerte, buscaré

En mis heridas, para que sean limpias, buscaré

En mi enfermedad, para que sea enseñanza, buscaré

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En mi oración, para que sea profunda buscaré

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Sí, buscaré, Señor, cada día:

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Tu sonrisa para que sea mi alegría

Tus ojos para que sean mi mirada

Tus oídos para que sean mi canción

Tu boca para que sea mi palabra

Tu rostro, en fin, para que sea mi luz y mi salvación

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Del libro Jesús a mi alma. P. Guillermo Serra, L.C.

 

PROPOSITO

Reunidos alrededor de la corona de Adviento, cada uno expresará la razón de su alegría y dará gracias a Jesús, haciendo a su vez un propósito para corresponder a  Jesús con una acción que alegre su Corazón.

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Autor: Padre Guillermo Serra, L.C.


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