¿Que es Halloween? ¿Santos o Fantasmas? Parte Primera


 Halloween Santos o Fantasmas?

Halloween. Otro año más. La calabaza

con ojos y boca con una luz misteriosa ya es

demasiado familiar alrededor de nosotros.

Desde las escuelas hasta las fiestas populares,  este evento extraño a nuestra cultura,  y con claras raíces ocultistas,  se va implantando poco a poco.

Mientras aquí asistimos  a la alegre participación de «una fiesta más»,  en otros lugares,  la policía aumenta la precaución ante el incremento en torno a esta fecha de secuestros de niños y otros sucesos protagonizados por sectas satánicas y grupos similares.

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El diario El heraldo, de Honduras,  publicó un artículo de Ricardo Rodríguez Vives en el que relata que la celebración del Halloween el 31 de Octubre es mucho menos inocente de lo que hace ver publicidad de los medios,  en palabras del investigador de temas para normales Alvaro Palacios.  «Esa noche es esperada por sectas de corte satanista para celebrar misas negras al filo de la medianoche»,  asegura.  A pesar de la duda que puede generar el satanismo en algunos,  el comunicador decidió alertar sobre hechos,  dice él, «de los que muchos se burlan pero que son una realidad».

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El periodista tiene un espacio radial FM en la emisora Bellavista Stereo.  Palacios explica que,  de entrada,  Halloween es una fiesta pagana de origen Irlandéz que celebraban el fin de la temporada de cosechas y la entrada de la oscuridad y el frío,  con la estación invernal.  En la noche del 31 de Octubre se creía que un portal se abre y los espíritus de difuntos entran al mundo material.

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Por ser un día  de evocaciones oscuras,  e incluso,  llamado abiertamente  «El día de las brujas»,  satanistas del mundo entero esperan esta fecha.  Según Palacios,  muchas de esas congregaciones son peligrosas;  incluso hasta el punto de robar niños para sacrificio.  «No es broma.  Hace poco supe del caso de una joven que se iba para el parque Metropolitano con el fin de robar niños en la noche.  Ella participó en rituales luciferianos.  Ahora reniega de esa vida y se convirtiói al cristianismo»,  dice el periodista.

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Hoy  y gracias a una potente mercadotecnia,  esta fiesta se ha convetido en una celebración mundial.   incluso en países de larga tradición cristiana como amenaza con llevarse por delante  a las cristianas festividades de Todos los Santos y Fieles Difuntos.  La  Iglesia católica trata de frenar su expansión y advierte que Halloween «no es fiesta inocente»,  porque «tiene un trasfondo de ocultismo y de anticristiano».

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La voz de alarma la lanza la propia Conferencia episcopal española a través del director del secretariado de la comisión episcopal de Liturgia,  Joan María Canals,  y de los obispos españoles,  José Sánchez y Casimiro López Llorente,  entre otros.

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El obispo Sánchez alerta clara y abiertamente sobre el «riesgo de que costumbres paganas o importadas como la fiesta de Halloween prevalezcan hasta hacer desaparecer nuestras propias costumbres cristianas arraigadas y beneficiosas como la devoción a los Santos y el recuerdo a los difuntos.

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Por sentido de enseñanza,  continúa,  es necesario que los niños descubran el valor de la vida y de la bondad,  y no fomentar la muerte.  Los menores se abren a la vida y no a la muerte.  Los padres deben ser conscientes  y encausar el sentido de fiesta hacia lo bueno y a la belleza,  en vez del terror,  el miedo y la misma muerte».

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¿Falta de lógica de los padres? La vida,  doce  Monseñor Sánchez,  es la festividad cristiana de Todos los Santos e incluso de Fieles Difuntos.  La muerte,  Halloween.  ¿Por qué entonces en ésta última «los niños se disfrazan de brujas,  vampiros,  fantasmas, con máscaras de cadáveres,  esqueletos,  etc.?  Y los padres favorecen este tipo de fiesta y que jueguen con elementos de muerte.  Pero ellos mismos son los que,  cuando muere un familiar,  los apartan para que no vean al familiar muerto.  Está claro que la pedagogía o enseñanza se debilita por falta de lógica».

¿Qué  experiencia religiosa o moral queda después de la fiesta del Halloween?

 

¿No es Halloween otra forma del relativismo religioso con la cual vamos permitiendo que nuestra fe y nuestra vida cristiana se vean debilitadas?

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Si aceptamos todas estas ideas y las tomamos a la ligera en «favor de la diversión de los niños»  ¿Qué diremos a los jóvenes  (a quienes su infancia les permitimos jugar al Halloween) cuando acudan a los brujos,  hechiceros,  médiums,  y los que leen las cartas y todas esas actividades contrarias a lo que nos enseña la Biblia?


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