.
.
Señor, haz de mí un instrumento de tu paz.
.
Que ahí donde haya odio, ponga yo amor,
donde haya ofensa, ponga perdón;
donde haya discordia, ponga unión;
donde haya error, ponga verdad;
donde haya duda, ponga fe;
donde haya desesperación, ponga esperanza;
donde hay tinieblas, ponga tu luz;
donde haya tristeza, ponga alegría.
.
¡Oh!, Maestro, que no me empeñe en ser
consolado, como en consolar. En ser comprendido,
como en comprender, en ser amado, como en amar;
pues dando, se recibe; olvidando se encuentra;
perdonando, se es perdonado; muriendo, se resucita
a la vida eterna.
.
.