Arcángel San Rafael (29 de Septiembre)


 

 

He aquí el  tercero de los Arcángeles que conocemos ya:

 SAN RAFAEL, Medicina de Dios.

 Se habla de el en el Antiguo Testamento,  cuando el Señor lo envía a guiar el joven Tobías,  para reconfortar a su padre,  patriarca ejemplar que obedecía en todo al Señor;  y para significar toda la confianza que debemos tener en los peligros y en todas las circunstancias de la vida,  hacia aquel Ángel que nos ha sido dado por el Señor para acompañarnos en nuestro camino.

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«Rafa-El»  significa:  «Dios cura»,  y su ayuda a Tobías es ahora tan significativo en el hecho de confiar a los Ángeles los pequeños hijos de Dios,  siempre necesitados de custodia,  cuidado y protección.

El libro de Tobías refiere de tareas representativas de curación que realiza el Arcángel Rafael.  Cura la comunión perturbada entre el hombre y la mujer.  Cura su amor.  Expulsa los demonios que,  siempre de nuevo,  desgarran y destruyen su amor.  Purifica el clima entre los dos y les da la capacidad de acogerse mutuamente para siempre.  El relato de Tobías presenta esta curación con imágenes legendarias.

En el Nuevo Tesatamento,  el orden del matrimonio,  establecido en la creación y amenazado de muchas maneras por el pecado,  es curado por el hecho de que Cristo lo acoge en su Amor Redentor.  Cristo hace del matrimonio un Sacramento:  su Amor, al subir por nosotros a la Cruz,  es la Fuerza sanadora que,  en todas las confusiones,  capacita para la reconciliación,  purifica el clima y cura las heridas.

En segundo lugar,  el libro de Tobías habla de la curación de la ceguera.  Todos sabemos que hoy nos amenaza seriamente la ceguera con respecto a Dios.  Hoy es muy grande el peligro de que,  ante todo lo que sabemos sobre las cosas materiales y lo que con ellas podemos hacer,  nos hagamos ciegos con respecto a la luz de Diois.

Curar  esta ceguera mediante el mensaje de la fe y el testimonio del amor es el servicio de Rafael,  encomendado cada día al sacerdote y de modo especial al obispo.  Así,  nos viene espontáneamente  también el pensamiento del Sacramento de la Reconciliación,  que,  en el sentido más profundo de la palabra,  es un Sacramento de curación.  En efecto,  la verdadera herida del alma,  el motivo de todas nuestras demás heridas, es el pecado.  Y sólo podemos ser curados,  sólo podemos ser redimidos,  si existe un perdón en virtud del Poder de Dios,  en virtud del Poder del Amor  de Cristo.

Así,  hoy tenemos en la Sagrada Liturgia todo lo que es necesario para la elevación del pensamiento y del corazón,  para darnos dulzura y paz:  Jesús,  su Madre Celeste,  los Santos,  los Ángeles que se unen a nosotros y a la Iglesia universar.

 

Reflexionando bien se ve que cada una de estas tres figuras:  Mica-El,  Gabri-El,  Rafa-El,  reflejan de modo particular la verdad contenida en la pregunta planteada por San Pablo:  « ¿No son todos ellos espíritus administradores,  enviados para servicio en favor de los que han de heredar la salud? (Heb 1,14). Sin  embargo hay que rechazar el uso de dar a los Ángeles nombres particulares,  excepto Miguel, Gabriel y Rafael,  que aparecen en la Escritura.

 

Y cuando a veces sentimos el peso de la materia de nuestra naturaleza humana,  San Miguel,  que vela sobre la Iglesia universal,  nos dará la paz serena y profunda;  San Gabriel  se unirá a nosotros en el homenaje y oración  a la Madre de Dios;  San Rafael  nos recomendará con ayuda y consejos;  los otros Ángeles,  nos sostendrán en la lucha contra las iluciones del siglo y nos preservarán de la fatiga y de las negligencias posibles.

Fuente:Periódico Sagrada Fámilia Mes de Septiembre  

2 respuestas a “Arcángel San Rafael (29 de Septiembre)”

  1. en los ángeles hay que creer ya que son enviados por Dios y nos dejan unos pensamientos para reflexionar espiritualmente con una fe unica

  2. Hola mi nombre es Feliciano y estoy convencido de que cada uno de nosotros tenemos un Ángel, pero que no pedimos su apoyo para que nos ayuden a sostenernos y sostener nuestra FE, ya que ellos pueden interceder por nosotros por ser enviados de DIOS, ya que los Ángeles que los Ángeles mas felices son los que nos custodian, es decir el amor de Dios es muy grande por cada uno de nosotros que no le basto enviar a su único hijo a darnos la salvación., por eso de debemos de creer en ese amor inmenso que Dios nos manifiesta constante su benevolencia.

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