Oración a Santa Elena


 

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Amabilísimo Redentor de mi alma, Jesús de mi corazón, que desde el cielo bajaste a la tierra, a buscar y hallar la santísima Cruz en que padeciste tantas y tantas penas, para que por ellas gozáramos eterna gloria; te ruego por los misterios altísimos de tu Santísima Cruz y por la preciosísima sangre que por mí en ella derramaste, me concedas todos los bienes que produjo aquel árbol de vida, para el bien, provecho y remedio de nuestras almas y por este medio pueda merecer, como te lo ruego, por todos los misterios de la Santa Cruz, vivir sin ofenderte y morir en tu gracia, para ir a gozar al cielo los frutos de tu Santísima Cruz.

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¡Oh mi Dios, mi Salvador y Glorificador!, pues fuiste tan liberal y bienhechor en aquel madero santo, que derramaste toda tu preciosa sangre para mi remedio, derrama sobre mi alma, a la hora de mi muerte, una gota para que muera en tu gracia y asistiéndome entonces nuestra protectora y abogada Santa Elena, con su intercesión, nos alcances lo que te pedimos en esta oración, y fuere más conveniente a tu mayor honra, gloria y provecho de nuestras almas, con cuyo patrocinio esperamos buscar con fervor y hallar con provecho la hora de nuestra muerte, los frutos preciosos con que nos convida tu Cruz, para morir en tu gracia y gozarte siempre en la bienaventuranza. Amén.

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ORACIÓN II

Santa Elena, tú que al abrir tu mente y corazón a la luz del Evangelio y al encontrar el madero de la Cruz te convertiste en modelo de todas las virtudes cristianas, ayúdanos a romper las ataduras del pecado y volver a los brazos de Dios nuestro Padre.

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Tú hallaste el tesoro que nos habla el Evangelio, pues hallaste la Cruz de Cristo. Haz que también nosotros hallemos ese tesoro: CRISTO VIVIENTE EN NOSOTROS.

Que El nos llene de paz, de justicia y de amor, en medio de nuestras tribulaciones y que un día nos encontremos todos en el Reino de los Cielos. Amén.

Padre Nuestro, Ave Maria y Gloria.

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ORACIÓN III
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Gloriosa Santa Elena, admiramos tu vida excelsa.

Dios quiso que naciera de ti aquel gran hombre que llevó al imperio romano la fe de Cristo y que un día hallaras la madera grandiosa de la Cruz en que murió Jesús.

Obtennos de Jesús fortaleza en nuestra fe y un amor grande a la Cruz.

Que ninguna contradicción nos aparte de Jesus.

Te lo pedimos por Jesucristo nuestro Señor

Amén.

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Fuente:Devocionario Católico,


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