Para dar gracias a Dios Al terminar cada año


Frase de feliz año nuevo

En el nombre del Dios Todopoderoso y de la siempre Virgen María,

 

digo: que aunque he sido ingrato a los beneficios  de Dios,

 

soy cristiano por su divina gracia,

 

de lo cual me precio y glorío;

 

por lo que creo y confieso todo aquello que Dios ha revelado y cree,

 

confiesa y propone nuestra madre la Santa Iglesia católica,

 

apostólica, romana, de cuyo cuerpo somos miembros de los fieles

 

cristianos, y como tales tenemos parte los unos en los bienes

 

espirituales de los otros;  y para mayor claridad, gusto mío

 

y pesar del demonio,  digo expreso:

 

que creo en el misterio de la Santísima Trinidad,

 

Padre, Hijo y Espíritu Santo,

 

tres personas distintas y un solo Dios verdadero:

 

asimismo creo,  y agradezco por el bien que en ello logro,

 

el misterio amoroso de la Encarnación del divino Verbo,

 

que se hizo hombre en las purísimas  entrañas de María Santísima;

 

creo en el augusto misterio en donde está Cristo,

 

Dios y Hombre del Santísimo Sacra-mento del altar,

 

verdadero, todo entero, no sólo en señal o figura,

 

sino en su misma real sustancia:

 

creo que Dios es remunerador, esto es,

 

que premia a los buenos y castiga a los malos:

 

creo que hay gloria,

 

la cual espero gozar por toda una eternidad,

 

fiado en la infinita misericordia de Dios,

 

por la Pasión y muerte de cruz de Jesucristo nuestro Redentor,

 

que fue sepultado,  bajó a los infiernos, resucitó,

 

subió a los cielos, esta sentado a la diestra de Dios Padre

 

y es juez de vivos y muertos:

 

creo que hay infierno,

 

cuya duración no tiene fin,

 

y al cual van los que mueren en pecado mortal,

y que así estos,  como los que mueren en gracia,

 

han de resucitar para nunca más morir.

 

Finalmente, reitero ahora y muchas veces la profesión que hice,

 

o en mi nombre fue hecha,

 

el día de mi bautismo,

 

en cuyo acto renuncié a Satanás,

 

a todas sus obras y pompas;

 

y en la fe y creencia de todos los demás artículos

 

y misterios que enseña nuestra Madre Iglesia católica,

 

que predicaron los Apóstoles,  en los Concilios confirmaron

los Padres y fuera de ellos ha definido el infalible vivido,

 

vivo, viviré y quiero morir.

 

Y así en algún tiempo,

 

por sugestión del demonio, astucia suya, fuerza mía,

 

o por violencia de una calentura,

 

o por otro motivo,

 

dijere, presumiré o imaginare algo contrario a los protestado,

 

desde luego lo anulo, lo detesto y lo doy por inválido;

 

y sido, como es, ésta mi  última voluntad e intención irrevocable,

 

la confirmo en presencia de Dios,

 

a quien pongo por testigo,

 

como también a la Inmaculada y siempre Virgen María,

 

a todos los Ángeles,  Santos y bienaventurados;

 

y me pesa en el alma y de todo corazón haber ofendido

 

a Dios, a quien, porque le amo sobre todo amor,

 

propongo no ofenderle más,

 

y confío en su infinita bondad que me perdonará

 

y me dará gracia para nunca más pecar .  Amén.

Fuente: Pbro. D. Julian G. Villa


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