LA Presentación de la Virgen María en el templo, 21 de Noviembre
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Más importante que los relatos antiguos de la Presentación de la Virgen María en el Templo, la memoria viva de las Iglesias del Oriente y del Occidente celebran hoy la entrega que de sí misma hizo la Santísima Virgen al Señor, en el umbral de su vida consiente. Todos los cristianos podemos encontrar en María Santísima, «La llena de gracia», el modelo de una vida consagrada a hacer la voluntad de Dios.
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Qué celebramos en la Presentación de María?
La esencia es el ofrecimiento,
es la consagración,
es el darse a Dios,
Y esto sí tiene fundamento en la Palabra.
Nosotros vemos que cuando el Ángel saluda a María,
Ella se declara a sí misma «esclava del Señor.»
San Lucas 1,38. Pero Ella no empezó a ser la esclava del Señor
cuando empezó a resplandecer la visión angélica ante sus ojos.
Es indudable que la voluntad de María estaba ya muy puesta en Dios.
Y entonces uno se pregunta desde cuándo,?
y uno ve que la absoluta docilidad de María al querer del Señor,
sólo es explicable desde una dedicación,
desde una ofrenda de sí misma,
y eso es lo que estamos celebrando aquí.
Creemos con muy buena razón que ese ofrecimiento de sí misma
se remota a los primeros actos conscientes que tuvo esta Niña.
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Entonces creemos que la Presentación de María lo que realmente está
celebrando es ese ofrecimiento de Ella, es decir,
esa docilidad permanente, desde tempranísima infancia,
esa apertura total al querer de Dios, no por imposición,
sino desde el amor ¡Qué gran ejemplo,!
¡Qué bendito ejemplo para nosotros!
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